En gran parte de lo que sigue tomo como fuente a Torkom Saraydarian. Su mirada es esotérica y es un buen sintetizador de las propuestas del Maestro Tibetano Djwhal Khul y Alice Bailey.
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No soy una devota de su escuela (ni de ninguna otra) pero estos textos suman mucho a mi propio camino. Por eso los difundo y comparto.
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En otras entradas de este blog hay reflexiones personales sobre el Solsticio y la conjunción Júpiter-Saturno. Allí me explayo y animo a compartir mis propias hipótesis, centradas en un enfoque más pitagórico, con las que intento colaborar con la nueva trama que se abre en el planeta.
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Este es un descanso o un permiso que me doy, mirando hacia lo bueno y positivo que nos ha dejado la Era de Piscis, por ejemplo, las enseñanzas de todxs estos maestrxs.
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Lo que sigue no son frases literales de Torkom, me he inspirado en sus síntesis pero sumándole varios de mis propios pensamientos y con redacción propia.
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INVOCACIÓN CAPRICORNIANA, CON LA VIBRACIÓN PODEROSA DE LA LUNA EN PISCIS DEL MOMENTO
Que construyamos una nueva morada haciendo consciente la "ley" que siempre nos ha regido, pero que hasta ahora hemos transgredido. No nos referimos a las leyes sociales, políticas o económicas, sino a esta profunda y esencial "ley del amor", redactada antes del lenguaje inclusivo al que adhiero, y que dice así:
Es la frase central de la Invocación Universal que incluimos en las meditaciones del solsticio. Una manera de plegarnos a la confianza en una Nueva Conciencia Planetaria.
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INVOCACIÓN CAPRICORNIANA, CON LA VIBRACIÓN PODEROSA DE LA LUNA EN PISCIS DEL MOMENTO
Que construyamos una nueva morada haciendo consciente la "ley" que siempre nos ha regido, pero que hasta ahora hemos transgredido. No nos referimos a las leyes sociales, políticas o económicas, sino a esta profunda y esencial "ley del amor", redactada antes del lenguaje inclusivo al que adhiero, y que dice así:
Los hijos de los hombres son uno solo
y yo soy uno solo con ellos.
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LAS ENERGÍAS ZODIACALES DEL INGRESO A CAPRICORNIO (PARA NUESTRO SUELO NATAL, LA ARGENTINA)
ACERCA DE CAPRICORNIO
Nuestra pequeña barca -nuestra morada habitual en el peregrinar de la conciencia- nos dice que año a año, hacia esta época, estamos arribando al último puerto del viaje de la forma: La LEY del deseo.
Todo aquello por lo cual son creadas todas las formas de vida (incluido el ser humano) es la respuesta a las energías que ingresan, en nuestro caso, al sistema solar. De éstas, la energía capricorniana es de las más potentes y por eso, a través de los siglos, grandes conciencias cooperan con ella, provocando cambios revolucionarios en el planeta.
En términos esotéricos, se dice que la finalidad de la energía de Capricornio es introducir a un hombre o a una mujer en una transfiguración o en una verdadera iluminación. En nuestras modestas vidas, este mes es siempre una oportunidad para usar esta energía en pos de la transfiguración de nuestra personalidad.
Estos son los tres tipos capricornianos, según las tradiciones astrológicas antiguas:
- La cabra es un ser que escala cualquier cosa y que es capaz de cualquier esfuerzo en pos de fines materiales. Capricornio rige las rodillas y dice la tradición que la parte “capricorniana-cabra” (en cada uno de nosotros) sólo podrá proseguir por el sendero iluminado cuando acceda a doblar las rodillas (del ego, del orgullo) frente a una gran visión.
- El cocodrilo es un ser que vive tanto en el agua como en la tierra. Si nuestra parte capricorniana está vibrando en el “tipo-cocodrilo”, esto significa que no sólo estamos aprendiendo a dominar la vida física, sino también la emocional y la mental. En esta fase, Capricornio implica vencer el miedo a la soledad, porque se empieza a tomar contacto efectivo con el Guía interior (que ya apareciera en Sagitario). Una vez hecho este contacto, la soledad desaparece porque se ve que ésta es una ilusión y que no existe concretamente, sobre todo cuando se percibe que la denominada “vida social” muchas veces suele consumir nuestro tiempo y nuestras energías.
Pero el cocodrilo también debe vencer la prueba del orgullo, basado en la ilusión de su gran poder.
Luego, otra prueba consistirá en desarrollar la aptitud para sostener un elevado nivel de frecuencia espiritual. Esta es una dificilísima prueba para el nivel “cocodrilo” en Capricornio, y consiste en lograr mantener el éxtasis, la beatitud espiritual y la visión intacta, el mayor tiempo posible. Lo mismo con el amor, la comprensión y la autorrealización: deberá ser capaz de sostener esos estados profundos del ser y de vivir en ellos la mayor cantidad de tiempo. Esto no es fácil: la mayoría de nosotros ha tenido aperturas momentáneas de conciencia, amores y visiones luminosas, pero en el momento siguiente una nube aparece y nos los quita, haciéndonos volver a nuestro nivel promedio de vida.
- El unicornio es el nivel que sigue, si nuestra parte capricorniana logra pasar las pruebas anteriores. En términos esotéricos, equivale a un iniciado del tercer grado, uno de los que toman la iniciación en “las altas montañas”. El unicornio asciende a las cimas con decisión y con su poder de voluntad domina las dificultades. El cuerno en medio de su frente es el símbolo de la direccionalidad, de la decisión y la determinación. Es la señal del “guerrero transfigurado”. Es como una espada sobre su frente e indica que conoce su meta y que nadie podrá hacerle desviar de ella. Tal es la persona a la que Cristo se refería cuando dijo “son los que toman el reino de los cielos mediante violencia”. Acá violencia significa un grado extremo de empeño y trabajo. De esta manera nuestra parte capricorniana trasciende y se convierte en guerrera, en el sentido de gran servidor o servidora de la humanidad. El unicornio está en la cima de la montaña de su ser, y dice: “estoy sumergido en la luz suprema, pero a esa luz le doy la espalda”. Esto es importante, y significa que lo hace para servir a la humanidad: está en medio de la luz pero vuelve su rostro hacia lo que el mundo necesita.
En síntesis: la cabra busca para sí, el cocodrilo sirve a grupos o naciones, y el unicornio está al servicio de una sola humanidad.
Cómo servir a la humanidad.
Una profecía espiritual declara que en siglo XXI los dirigentes del mundo -políticos, jueces, legisladores- se elegirán entre los que trabajen intensamente en pos de la transfiguración de su naturaleza. Sólo éstos podrán prestar un servicio a la humanidad, un servicio que no resulte contaminado por la corrupción, el soborno, los intereses egoístas, las explotaciones y el separatismo. Los que estén por debajo de ese nivel, y sean elegidos como gobernantes, nos darán crecientemente (mucho más que en otras épocas) más fastidios, aumentarán nuestros problemas y nos prepararán para más guerras, delitos y contaminación.
La transfiguración
En términos esotéricos, la transfiguración es la primera iniciación, por la cual la persona se libera de las trampas de los reinos físico, emocional y mental, y se erige en guerrero o guerrera de pro de la gran causa de la evolución.
Matando a Cerbero, el guardián del Hades
Como décimo trabajo, a Hércules se le pidió la liberación de Prometeo, quien yacía encadenado en el Hades, martirizado eternamente atado a una roca.
Atenea y Hermes lo guiaron, y el empinado descenso le llevó muchísimo tiempo.
Llegó al envenenado río Estigia finalmente, el río que deben cruzar las almas de los muertos. Caronte, asustado por el aspecto de Hércules, lo condujo en su barca hasta la otra orilla.
Sorteando todo tipo de monstruos, llegó finalmente hasta la presencia de Hades, quién le preguntó amenazante qué buscaba en sus dominios. “Busco liberar a Prometeo”, le dijo el héroe. “Si puedes vencer a Cerbero, el perro de tres cabezas que es el guardián de estas profundidades, tuyo será Prometeo”, respondió Hades.
Hércules avanzó y al enfrentarse con el temible can, lo tomó fuertemente por la garganta y lo dominó. Paso seguido, liberó a Prometeo, y desandando sus pasos, regresó con él por donde había venido.
Este es uno de los trabajos más misteriosos de Hércules, tanto como el mismo signo de Capricornio. Este simboliza la tercera iniciación, la primera de las iniciaciones mayores, y en él se representan los tres aspectos de la personalidad, postrados.
Modos de entrar en contacto con la energía capricorniana
- Por el servicio “sacrificado”: con esto se quiere decir que nadie puede penetrar en la esfera de la transfiguración de su personalidad sin una cosecha de entrega de lo personal, en pro de la familia, los amigos, la nación o la humanidad .
- Por la meditación. Meditar significa construir la continuidad de la apertura de conciencia. A través de ella, aumentamos nuestra irradiación, que así atrae magnéticamente planos de síntesis más abarcadores. De esta manera, se nos empiezan a “ocurrir” ideas útiles para el mundo, nos sentimos de pronto imbuidos de valentía y mayor amor para entregarnos al servicio de la humanidad. La meditación construye un puente entre nosotros y los niveles que nos incluyen.
- Por el olvido de nosotros mismos. No hay nada peor que la autoconmiseración, porque nos lleva a desgastar energía sólo para servir a nuestro pequeño yo.
- Por la inofensividad. Esta es una de las grandes señales de un “discípulo”, porque nadie podrá trabajar en pos de la evolución si es dañino para los demás. La ofensividad nos separa de nuestro Yo verdadero.
- La palabra recta. Es la que abre canales de purificación. La palabra ociosa, dañina, imperfecta, desgarra el aura y contamina la esfera de fuerzas en las que crece nuestro cuerpo físico, creando miles de formas engañosas en nuestro entorno y dentro de nuestra cabeza. Debilita el poder de la voluntad.
- Elevado sentido de lo “espiritual”. Implica poner la vida en orden y vivir con gran honestidad y belleza interior. A la gente no sólo se le sirve con palabras sino también con lo que ella ve en nuestra vida.
- Vivir en presencia de lo que (para cada uno) signifique la Divinidad. Para algunos será Cristo, para otros el Buda o Jehová, o la Diosa Tierra. O las matrices de energía del cosmos. No importa la imagen bajo la cual convoquemos esa presencia, sólo imaginemos alguna... porque nos ayudará a vivir en vigilancia, observación y poder de voluntad.
- Ayudar a la Divinidad, y a los que ayudan a la Divinidad (de nuevo, dándole cada uno la imagen que crea oportuna). Es útil pensar que “eso” que llamamos lo divino (cuya meta o propósito es la evolución) puede necesitar de nuestra energía, dinero, talento, capacidad de amor y dedicación (conste que decimos “útil” y no “cierto”). También es útil sentir que ayudamos a esa divinidad cuando tratamos de traer más luz al mundo, más amor y belleza. Cuando fortalecemos los corazones y las manos de los que sinceramente están intentando ayudar a la humanidad.
- Construir un centro de difusión de la energía curativa. Esotéricamente, se habla de este centro como de un ámbito integrado por las personas “kármicamente puras”, dedicado al trabajo en pos de la curación y la investigación de temas relacionados con los siete rayos. Y también se ha dicho que con el tiempo habrá muchos de esos centros por el mundo, donde se trabajará a favor de la divinidad esencial de cada ser humano.
Capricornio y los tiempos actuales
Finalmente, recordemos que Capricornio implica logros y metas, pero en un sentido profundo significan que están ligadas a lo universal y no a los pequeños deseos del ego.
Nuestro país tiene la Luna en Capricornio, y el actual ciclo Sol-Luna de la Carta de la Argentina arrancó en ese signo, en el 2008. Meditemos, hoy más que nunca, a favor de la apertura de conciencia de nuestro pueblo para que podamos aprovechar tan espléndida energía... Para ello, invoquemos paciencia y responsabilidad en cada uno de nosotros, para ir limpiando el camino social y político de todas las adherencias lunares-infantiles de nuestra historia.
INVOCACIÓN UNIVERSAL
Los hijos de los hombres son uno solo y yo soy uno solo con ellos.
Busco amar, no odiar...
Busco servir, no exigir debido servicio...
Busco curar, no herir...
Que el dolor aporte debida recompensa de luz y amor
Que el alma controle a la forma externa, y a la vida y a todos los acontecimientos
Y revele el amor
Que subyace en los sucesos del tiempo.
Que lleguen la visión y la intuición
Que se revele el futuro
Que aparezca la unión y desaparezcan las divisiones externas
Que prevalezca el amor
Que todos los hombres amen...
FUENTES:
. "Sinfonía del Zodíaco”, de Torkom Saraydarian., Bs.As., Kier, 1986
· “Los Trabajos de Hércules”, de Alice Bailey, Madrid, Luis Cárcamo ed.,1983
· “Astrología y Mandala: el Zodíaco como pulso e impregnación”, de Olga Weyne, Bs.As., Red LunaVenus, 2007.
ACERCA DE CAPRICORNIO
Nuestra pequeña barca -nuestra morada habitual en el peregrinar de la conciencia- nos dice que año a año, hacia esta época, estamos arribando al último puerto del viaje de la forma: La LEY del deseo.
Todo aquello por lo cual son creadas todas las formas de vida (incluido el ser humano) es la respuesta a las energías que ingresan, en nuestro caso, al sistema solar. De éstas, la energía capricorniana es de las más potentes y por eso, a través de los siglos, grandes conciencias cooperan con ella, provocando cambios revolucionarios en el planeta.
En términos esotéricos, se dice que la finalidad de la energía de Capricornio es introducir a un hombre o a una mujer en una transfiguración o en una verdadera iluminación. En nuestras modestas vidas, este mes es siempre una oportunidad para usar esta energía en pos de la transfiguración de nuestra personalidad.
Estos son los tres tipos capricornianos, según las tradiciones astrológicas antiguas:
- La cabra es un ser que escala cualquier cosa y que es capaz de cualquier esfuerzo en pos de fines materiales. Capricornio rige las rodillas y dice la tradición que la parte “capricorniana-cabra” (en cada uno de nosotros) sólo podrá proseguir por el sendero iluminado cuando acceda a doblar las rodillas (del ego, del orgullo) frente a una gran visión.
- El cocodrilo es un ser que vive tanto en el agua como en la tierra. Si nuestra parte capricorniana está vibrando en el “tipo-cocodrilo”, esto significa que no sólo estamos aprendiendo a dominar la vida física, sino también la emocional y la mental. En esta fase, Capricornio implica vencer el miedo a la soledad, porque se empieza a tomar contacto efectivo con el Guía interior (que ya apareciera en Sagitario). Una vez hecho este contacto, la soledad desaparece porque se ve que ésta es una ilusión y que no existe concretamente, sobre todo cuando se percibe que la denominada “vida social” muchas veces suele consumir nuestro tiempo y nuestras energías.
Pero el cocodrilo también debe vencer la prueba del orgullo, basado en la ilusión de su gran poder.
Luego, otra prueba consistirá en desarrollar la aptitud para sostener un elevado nivel de frecuencia espiritual. Esta es una dificilísima prueba para el nivel “cocodrilo” en Capricornio, y consiste en lograr mantener el éxtasis, la beatitud espiritual y la visión intacta, el mayor tiempo posible. Lo mismo con el amor, la comprensión y la autorrealización: deberá ser capaz de sostener esos estados profundos del ser y de vivir en ellos la mayor cantidad de tiempo. Esto no es fácil: la mayoría de nosotros ha tenido aperturas momentáneas de conciencia, amores y visiones luminosas, pero en el momento siguiente una nube aparece y nos los quita, haciéndonos volver a nuestro nivel promedio de vida.
- El unicornio es el nivel que sigue, si nuestra parte capricorniana logra pasar las pruebas anteriores. En términos esotéricos, equivale a un iniciado del tercer grado, uno de los que toman la iniciación en “las altas montañas”. El unicornio asciende a las cimas con decisión y con su poder de voluntad domina las dificultades. El cuerno en medio de su frente es el símbolo de la direccionalidad, de la decisión y la determinación. Es la señal del “guerrero transfigurado”. Es como una espada sobre su frente e indica que conoce su meta y que nadie podrá hacerle desviar de ella. Tal es la persona a la que Cristo se refería cuando dijo “son los que toman el reino de los cielos mediante violencia”. Acá violencia significa un grado extremo de empeño y trabajo. De esta manera nuestra parte capricorniana trasciende y se convierte en guerrera, en el sentido de gran servidor o servidora de la humanidad. El unicornio está en la cima de la montaña de su ser, y dice: “estoy sumergido en la luz suprema, pero a esa luz le doy la espalda”. Esto es importante, y significa que lo hace para servir a la humanidad: está en medio de la luz pero vuelve su rostro hacia lo que el mundo necesita.
En síntesis: la cabra busca para sí, el cocodrilo sirve a grupos o naciones, y el unicornio está al servicio de una sola humanidad.
Cómo servir a la humanidad.
Una profecía espiritual declara que en siglo XXI los dirigentes del mundo -políticos, jueces, legisladores- se elegirán entre los que trabajen intensamente en pos de la transfiguración de su naturaleza. Sólo éstos podrán prestar un servicio a la humanidad, un servicio que no resulte contaminado por la corrupción, el soborno, los intereses egoístas, las explotaciones y el separatismo. Los que estén por debajo de ese nivel, y sean elegidos como gobernantes, nos darán crecientemente (mucho más que en otras épocas) más fastidios, aumentarán nuestros problemas y nos prepararán para más guerras, delitos y contaminación.
La transfiguración
En términos esotéricos, la transfiguración es la primera iniciación, por la cual la persona se libera de las trampas de los reinos físico, emocional y mental, y se erige en guerrero o guerrera de pro de la gran causa de la evolución.
Matando a Cerbero, el guardián del Hades
Como décimo trabajo, a Hércules se le pidió la liberación de Prometeo, quien yacía encadenado en el Hades, martirizado eternamente atado a una roca.
Atenea y Hermes lo guiaron, y el empinado descenso le llevó muchísimo tiempo.
Llegó al envenenado río Estigia finalmente, el río que deben cruzar las almas de los muertos. Caronte, asustado por el aspecto de Hércules, lo condujo en su barca hasta la otra orilla.
Sorteando todo tipo de monstruos, llegó finalmente hasta la presencia de Hades, quién le preguntó amenazante qué buscaba en sus dominios. “Busco liberar a Prometeo”, le dijo el héroe. “Si puedes vencer a Cerbero, el perro de tres cabezas que es el guardián de estas profundidades, tuyo será Prometeo”, respondió Hades.
Hércules avanzó y al enfrentarse con el temible can, lo tomó fuertemente por la garganta y lo dominó. Paso seguido, liberó a Prometeo, y desandando sus pasos, regresó con él por donde había venido.
Este es uno de los trabajos más misteriosos de Hércules, tanto como el mismo signo de Capricornio. Este simboliza la tercera iniciación, la primera de las iniciaciones mayores, y en él se representan los tres aspectos de la personalidad, postrados.
Modos de entrar en contacto con la energía capricorniana
- Por el servicio “sacrificado”: con esto se quiere decir que nadie puede penetrar en la esfera de la transfiguración de su personalidad sin una cosecha de entrega de lo personal, en pro de la familia, los amigos, la nación o la humanidad .
- Por la meditación. Meditar significa construir la continuidad de la apertura de conciencia. A través de ella, aumentamos nuestra irradiación, que así atrae magnéticamente planos de síntesis más abarcadores. De esta manera, se nos empiezan a “ocurrir” ideas útiles para el mundo, nos sentimos de pronto imbuidos de valentía y mayor amor para entregarnos al servicio de la humanidad. La meditación construye un puente entre nosotros y los niveles que nos incluyen.
- Por el olvido de nosotros mismos. No hay nada peor que la autoconmiseración, porque nos lleva a desgastar energía sólo para servir a nuestro pequeño yo.
- Por la inofensividad. Esta es una de las grandes señales de un “discípulo”, porque nadie podrá trabajar en pos de la evolución si es dañino para los demás. La ofensividad nos separa de nuestro Yo verdadero.
- La palabra recta. Es la que abre canales de purificación. La palabra ociosa, dañina, imperfecta, desgarra el aura y contamina la esfera de fuerzas en las que crece nuestro cuerpo físico, creando miles de formas engañosas en nuestro entorno y dentro de nuestra cabeza. Debilita el poder de la voluntad.
- Elevado sentido de lo “espiritual”. Implica poner la vida en orden y vivir con gran honestidad y belleza interior. A la gente no sólo se le sirve con palabras sino también con lo que ella ve en nuestra vida.
- Vivir en presencia de lo que (para cada uno) signifique la Divinidad. Para algunos será Cristo, para otros el Buda o Jehová, o la Diosa Tierra. O las matrices de energía del cosmos. No importa la imagen bajo la cual convoquemos esa presencia, sólo imaginemos alguna... porque nos ayudará a vivir en vigilancia, observación y poder de voluntad.
- Ayudar a la Divinidad, y a los que ayudan a la Divinidad (de nuevo, dándole cada uno la imagen que crea oportuna). Es útil pensar que “eso” que llamamos lo divino (cuya meta o propósito es la evolución) puede necesitar de nuestra energía, dinero, talento, capacidad de amor y dedicación (conste que decimos “útil” y no “cierto”). También es útil sentir que ayudamos a esa divinidad cuando tratamos de traer más luz al mundo, más amor y belleza. Cuando fortalecemos los corazones y las manos de los que sinceramente están intentando ayudar a la humanidad.
- Construir un centro de difusión de la energía curativa. Esotéricamente, se habla de este centro como de un ámbito integrado por las personas “kármicamente puras”, dedicado al trabajo en pos de la curación y la investigación de temas relacionados con los siete rayos. Y también se ha dicho que con el tiempo habrá muchos de esos centros por el mundo, donde se trabajará a favor de la divinidad esencial de cada ser humano.
Capricornio y los tiempos actuales
Finalmente, recordemos que Capricornio implica logros y metas, pero en un sentido profundo significan que están ligadas a lo universal y no a los pequeños deseos del ego.
Nuestro país tiene la Luna en Capricornio, y el actual ciclo Sol-Luna de la Carta de la Argentina arrancó en ese signo, en el 2008. Meditemos, hoy más que nunca, a favor de la apertura de conciencia de nuestro pueblo para que podamos aprovechar tan espléndida energía... Para ello, invoquemos paciencia y responsabilidad en cada uno de nosotros, para ir limpiando el camino social y político de todas las adherencias lunares-infantiles de nuestra historia.
INVOCACIÓN UNIVERSAL
Los hijos de los hombres son uno solo y yo soy uno solo con ellos.
Busco amar, no odiar...
Busco servir, no exigir debido servicio...
Busco curar, no herir...
Que el dolor aporte debida recompensa de luz y amor
Que el alma controle a la forma externa, y a la vida y a todos los acontecimientos
Y revele el amor
Que subyace en los sucesos del tiempo.
Que lleguen la visión y la intuición
Que se revele el futuro
Que aparezca la unión y desaparezcan las divisiones externas
Que prevalezca el amor
Que todos los hombres amen...
FUENTES:
. "Sinfonía del Zodíaco”, de Torkom Saraydarian., Bs.As., Kier, 1986
· “Los Trabajos de Hércules”, de Alice Bailey, Madrid, Luis Cárcamo ed.,1983
· “Astrología y Mandala: el Zodíaco como pulso e impregnación”, de Olga Weyne, Bs.As., Red LunaVenus, 2007.
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